Y: «¡Tira tu vara!» Y cuando vio que se movía como si fuera una serpiente, dio
media vuelta para escapar, sin volverse. «¡Moisés! ¡No tengas miedo! Ante Mí,
los enviados no temen.
Introduce la mano por la escotadura de tu túnica y saldrá blanca, sana. Esto
formará parte de los nueve signos destinados a Faraón y su pueblo. Son gente
perversa».
Hasta que, llegados al Valle de las Hormigas, una hormiga dijo: «¡Hormigas!
¡Entrad en vuestras viviendas, no sea que Salomón y sus tropas os aplasten sin
darse cuenta!»
Sonrió al oír lo que ella decía y dijo: «¡Señor! ¡Permíteme que Te agradezca la
gracia que nos has dispensado, a mí y a mis padres! ¡Haz que haga obras buenas
que Te plazcan! ¡Haz que entre a formar parte, por Tu misericordia, de Tus
siervos justos!»
He encontrado que ella y su pueblo se postran ante el sol, no ante Alá. El
Demonio les ha engalanado sus obras y, habiéndoles apartado del camino, no
siguen la buena dirección,
de modo que no se prosternan ante Alá, Que pone de manifiesto lo que está
escondido en los cielos y en la tierra, y sabe lo que ocultáis y lo que
manifestáis.
Cuando llegó a Salomón. dijo: «¿Queréis colmarme de hacienda? Lo que Alá me ha
dado vale más que lo que él os ha dado. No, sino que sois vosotros quienes están
contentos con vuestros regalos.
¡Regresa a los tuyos! Hemos de marchar contra ellos con tropas a las que no
podrán contener y hemos de expulsarles de su ciudad, abatidos y humillados».
Uno de los genios, un ifrit, dijo: «Yo te lo traeré antes de que hayas tenido
tiempo de levantarte de tu asiento. Soy capaz de hacerlo, digno de confianza».
El que tenía ciencia de la Escritura dijo: «Yo te lo traeré en un abrir y cerrar
de ojos». Cuando lo vio puesto junto a sí, dijo: «éste es un favor de mi Señor
para probarme si soy o no agradecido. Quien es agradecido, lo es en realidad, en
provecho propio. Y quien es desagradecido... Mi Señor Se basta a Sí mismo, es
generoso».
Se le dijo: «¡Entra en el palacio!» Cuando ella lo vio, creyó que era un
estanque de agua y se descubrió las piernas. Dijo él: «Es un palacio pavimentado
de cristal». Dijo ella: «¡Señor! He sido injusta conmigo misma, pero, como
Salomón, me someto a Alá, Señor del universo».
Dijeron: «Os tenemos, a ti y a los que te siguen, por aves de mal agüero». Dijo:
«Vuestro augurio está en manos de Alá. Sí, sois gente sujeta a prueba».
Dijeron: «¡Juramentémonos ante Alá que hemos de atacarles de noche, a él y a su
familia! Luego, diremos a su pariente próximo que no presenciamos el asesinato
de su familia y que decimos la verdad».
¡ Quién, si no, ha creado los cielos y la tierra y hecho bajar para vosotros
agua del cielo, mediante la cual hacemos crecer primorosos jardines allí donde
vosotros no podríais hacer crecer árboles? ¿Hay un dios junto con Alá? Pero es
gente que equipara.
¿Quién, si no, ha estabilizado la tierra, colocado por ella ríos, fijado
montañas y puesto una barrera entre las dos grandes masas de agua? ¿Hay un dios
junto con Alá? Pero la mayoría no saben.
¿Quién, si no, escucha la invocación del necesitado, quita el mal y hace de
vosotros sucesores en la tierra? ¿Hay un dios junto con Alá? ¡Qué poco os dejáis
amonestar!
¿Quién, si no, os guía por entre las tinieblas de la tierra y del mar, quién
envía los vientos como nuncios que preceden a Su misericordia? ¿Hay un dios
junto con Alá? ¡Alá está por encima de lo que Le asocian!
¿Quién, si no, inicia la creación y luego la repite? ¿Quién os sustenta de los
bienes del cielo y de la tierra? ¿ Hay un dios junto con Alá? Di: «¡Aportad
vuestra prueba, si es verdad lo que decís!»
Ni puedes dirigir a los ciegos, sacándolos de su extravío. Tú no puedes hacer
que oigan sino quienes creen en Nuestros signos y están sometidos a Nosotros.