El culto puro ¿no se debe a Alá? Los que han tomado amigos en lugar de tomarle a
Él -«Sólo les servimos para que nos acerquen bien a Alá»-... Alá decidirá entre
ellos sobre aquello en que discrepaban. Alá no guía al que miente, al infiel
pertinaz.
Ha creado con un fin los cielos y la tierra. Hace que la noche suceda al día y
el día a la noche. Ha sujetado el sol y la luna, prosiguiendo cada uno su curso
hacia un término fijo. ¿No es Él el Poderoso, el Indulgente?
Os ha creado de una sola persona, de la que ha sacado a su cónyuge. Os ha dado,
de los rebaños, cuatro parejas. Os ha creado en el seno de vuestras madres,
creación tras creación, en triple oscuridad. Tal es Alá, vuestro Señor. Suyo es
el domino. No hay más dios que Él. ¡Cómo, podéis pues, ser tan desviados!
Si sois ingratos,... Alá puede prescindir de vosotros. No acepta la ingratitud
de Sus siervos. En cambio, si sois agradecidos, os lo aceptará complacido. Nadie
cargará con la carga ajena. Al final, volveréis a vuestro Señor y ya os
informará Él de lo que hacíais. Él sabe bien lo que los pechos encierran.
Cuando sufre el hombre una desgracia, invoca a su Señor, volviéndose a Él
arrepentido. Luego, cuando Él le ha dispensado una gracia Suya, se olvida del
objeto de su invocación anterior y atribuye iguales a Alá para extraviar a otros
de Su camino. Di: «¡Goza un poco de tu incredulidad! Serás de los moradores del
Fuego».
¿Es el devoto, que vela por la noche, postrado o de pie, que teme la otra vida y
espera en la misericordia de su Señor...? Di: «¿Son iguales los que saben y los
que no saben?» Sólo se dejan amonestar los dotados de intelecto.
Di: «¡Siervos Míos que creéis! ¡Temed a vuestro Señor! Quienes obren bien
tendrán en la vida de acá una bella recompensa. La tierra de Alá es vasta. Los
pacientes recibierán una recompensa ilimitada».
¡Servid, pues, en lugar de servirle a Él, lo que queráis!» Di: «Perderán quienes
se pierdan a sí mismos y pierdan a sus familias el día de la Resurrección. ¿No
es ésa una pérdida manifiesta?»
¡Buena nueva para quienes hayan evitado a los taguts, rehusando sevirles, y se
hayan vuelto arrepentidos a Alá! ¡Y anuncia la buena nueva a Mis siervos,
Pero los que temieron a su Señor estarán en cámaras altas sobre las que hay
construidas otras cámaras altas, a cuyos pies fluyen arroyos. ¡Promesa de Alá!
Alá no falta a Su promesa.
¿No ves cómo hace Alá bajar agua del cielo y Él la conduce a manantiales en la
tierra? Mediante ella saca cereales de clases diversas, que, más tarde, se
marchitan y ves que amarillean. Luego, hace de ellos paja seca. Hay en ello, sí,
una amonestación para los dotados de intelecto.
¿Es que aquél cuyo pecho Alá ha abierto al islam y camina así a la luz de su
Señor...? ¡Ay de los que tienen un corazón insensible a la amonestación de Alá!
Están evidentemente extraviados.
Alá ha revelado el más bello relato, una Escritura cuyas aleyas armonizan y se
reiteran. Al oírla, se estremecen quienes tienen miedo de su Señor; luego, se
calman en cuerpo y en espíritu al recuerdo de Alá. Ésa es la dirección de Alá,
por la que dirige a quien Él quiere. En cambio, aquél a quien Alá extravía no
podrá encontrar quien le dirija.
¿Es que quien trata de protegerse con su propia persona contra el mal castigo
del día de la Resurrección...? Se dirá a los impíos: «¡Gustad lo que habéis
merecido!»
Alá propone el símil de un hombre que pertenece a socios que no están de acuerdo
y el hombre que pertenece exclusivamente a uno. ¿Son ambos similares? ¡Alabado
sea Alá! Pero la mayoría no saben.
¿Hay alguien que sea más impío que , quien miente contra Alá y que, cuando viene
a él la Verdad, la desmiente? ¿No hay en la gehena una morada para los infieles?
Si les preguntas: «¿Quién ha creado los cielos y la tierra?», seguro que dicen:
«¡Alá!» Di: «Y ¿qué os parece? Si Alá me deseara una desgracia, las que invocáis
en lugar de invocarle a Él ¿podrían impedirlo? Y, si Él quisiera hacerme objeto
de una misericordia, podrían ellas evitarlo?» Di: «¡Alá me basta! Quienes
confían, confían en É».
Te hemos revelado la Escritura destinada a los hombres con la Verdad. Quien
sigue la vía recta, la sigue en provecho propio y quien se extravía se extravía,
en realidad, en detrimento propio. Tú no eres su protector.
Alá llama a las almas cuando mueren y cuando, sin haber muerto, duermen. Retiene
aquéllas cuya muerte ha decretado y remite las otras a un plazo fijo.
Ciertamente, hay en ello signos para gente que reflexiona.
Cuando Alá Solo es mencionado, se oprime el corazón de quienes no creen en la
otra vida, pero cuando se mencionan otros fuera de Él, he aquí que se regocijan.
Di: «¡Alá, creador de los cielos y de la tierra! ¡El Conocedor de lo oculto y de
lo patente! Tú decidirás entre Tus siervos sobre aquello en que discrepaban».
Si los impíos poseyeran todo cuanto hay en la tierra y aun otro tanto, lo
ofrecerían como rescate el día de la Resurrección para librarse del mal castigo.
Alá les manifestará aquello con que no contaban.
Cuando el hombre sufre una desgracia, Nos invoca. Luego, cuando le dispensamos
una gracia Nuestra, dice: «¡Lo que se me ha dado lo debo sólo a ciencia!» ¡No!
Es una prueba, pero la mayoría no saben.
Les alcanzó el mal resultante de sus acciones y los que de éstos hayan sido
impíos serán alcanzados por el mal resultante de sus acciones y no podrán
escapar.
¿No saben que Alá dispensa el sustento a quien Él quiere: a unos con largueza, a
otros con mesura? Ciertamente, hay en ello signos para gente que cree.
Di: «¡Siervos que habéis prevaricado en detrimento propio! ¡No desesperéis de la
misericordia de Alá! Alá perdona todos los pecados. Él es el Indulgente, el
Misericordioso».
No han valorado a Alá debidamente. El día de la Resurrección, contendrá toda la
tierra en Su puño, los cielos estarán plegados en Su diestra. ¡Gloria a É! ¡Está
por encima de lo que Le asocian!
Se tocará la trompeta y los que estén en los cielos y en la tierra caerán
fulminados, excepto los que Alá quiera. Se tocará la trompeta otra vez y he aquí
que se pondrán en pie, mirando.
La tierra brillará con la luz de su Señor. Se sacará la Escritura. Se hará venir
a los profetas y a los testigos. Se decidirá entre ellos según justicia y no
serán tratados injustamente.
Los infieles serán conducidos en grupos a la gehena. Hasta que, llegados a ella,
se abrirán las puertas y sus guardianes les dirán: «¿No vinieron a vosotros
enviados, salidos de vosotros, para recitaros las aleyas de vuestro Señor y
preveniros contra el encuentro de éste vuestro día?» Dirán: «¡Claro que sí!»
Pero se cumplirá la sentencia del castigo contra los infieles.
Pero los que hayan temido a su Señor, serán conducidos en grupos al Jardín.
Hasta que, llegados a él, se abrirán sus puertas y sus guardianes les dirán:
«¡Paz sobre vosotros! Fuisteis buenos. ¡Entrad, pues, en él, por toda la
eternidad!»
Y dirán: «¡Alabado sea Alá, Que nos ha cumplido Su promesa y nos ha dado la
tierra en herencia. Podemos establecernos en el Jardín donde queramos». ¡Qué
grata es la recompensa de los que obran bien!
Verás a los ángeles, yendo alrededor del Trono, celebrando las alabanzas de su
Señor. Se decidirá entre ellos según justicia y se dirá: «¡Alabado sea Alá,
Señor del universo!»